Exactamente, Esa deliciosa goma de mascar que a veces ponemos en nuestra boca se fabrica con una resina que se extrae de un árbol llamado sapota o zapote, muy popular en Mexico, América Central y la zona más tropical de América del Sur.
Fueron los indígenas de casi toda Latinoamérica los primeros en mascar esa sustancia de sabor dulce con la que luego se fabricó el chicle en todo el mundo..La llamaban chictli, y de su pronunciación derivó luego el nombre con el que se lo conoce actualmente.
En muchos países, luego de cientos de años de conseguirlo de la savia vegetal, comenzó a fabricarse con una base de plástico neutro a la que se le agrega el sabor que se desee.
El primero que patentó el clicle para poder venderlo fue el estadounidense Thomas Adams, en 1869. La cuestión es que Adams solicitó la patente necesaria para su comercialización y, dos años después, la primera versión de los Chiclets Adams ya estaba a la venta en un Drugstore de Hoboken, en Nueva Jersey bajo la siguiente denominación: Adams’ New York Gum No. 1 – ¡Muerde y estira!. En principio los sabores originales de los chicles eran de regaliz y, bastante más tarde salió también la variedad tutti fruti.
Recién en el año 1880, y de la mano de un competidor, llamado William J. White, salió al mercado un chicle con uno de los sabores más populares en la actualidad: menta, se trataba del chicle Yucatán. En el año 1928 se fabrica la primera goma capaz de hacer las clásicas pompas tan populares. Hacia el año 2001 los chicles son capaces de blanquear nuestros dientes. Finalmente, en el año 2007 el chicle es biodegradable y no se pega en las suelas.
Algunos otros datos curiosos sobre el chicle y su origen: -
Ya los antiguos griegos masticaban resinas de un árbol: en su caso se llamaba mastic. -Como se mencionó, los mayas y los aztecas ya utilizaban la sabia del Zapotillo, y con fines “sanitarios”: lo mascaban para limpiarse los dientes. -La resina del abeto era también usada por los indios norteamericanos. -Unos cuantos años después, los primeros colonos ingleses elaboraron también una goma de mascar a base de la resina de este último árbol mencionado con cera de abejas. -Mascar chicle era una práctica muy común en los soldados de la Segunda Guerra Mundial: fue llevada a Europa por los norteamericanos, ya que aducían que masticar chicle les ayudaba a controlar la ansiedad y a reducir el estrés propio de la guerra.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte es la muestra más reciente de que la goma de mascar sin azúcar beneficia a los pacientes que sufren de estreñimiento.
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